Las lagrimas forman surcos en sus
mejillas en la noche oscura y silenciosa… se escapan del control de una mente
por el dolor adormecida... roto el corazón y apagada la llama que mantiene su
alma… sin nombrar a la esperanza y sin brillo en su mirada… sin descanso, sin
sueños, sin vida que con paso desordenados se arrastra por el sendero que el
tiempo le muestra y donde no siente nada.
Eso era…
Hace 10 años
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