26 de septiembre de 2013

Un acto... Resucitar.



Llego el momento… un final anunciado y ansiado, aunque negado y evitado por todos los medios a mi alcance, pero ha llegado inevitablemente.

                Anoche ocurrió, sin esperarlo, sin planificarlo, sin saber cómo o por qué… Y la verdad hoy no quiero conocer esas respuestas, no las necesito y en el fondo me podía el deseo y la pasión que tanta vida me da este acto.

                Fue del modo más inesperado y provocado por alguien a quien le debo mucho, muchísimo más de lo que sabe, piensa o imagina… y ahora sumo a su haber una deuda mas que no sé como podre pagar.

                Todo empezó con la misma suavidad que recordaba, como si lo hubiese hecho siempre, la verdad es que casi un año, no lo recuerdo bien, pero ocurrió, mire tu cara dulce, sin fallos, tersa y suave… Como ya sabía, me costó lo indecible decidirme, lanzarme a ese vacío que genera un cuerpo como el tuyo, sin límites y cálido, con esa figura tan acentuada y que despierta en mi un deseo irrefrenable de llenarte de todo aquello que tanto mereces, no pude controlarme y tu tampoco me frenaste… me lo pedías a gritos silenciosos, que te poseyera sin miramientos, con fuerza, me necesitabas y sabias que yo no podría más que rendirme a tu presencia. No hubo dialogo, ni un suspiro, todo ocurrió en silencio y casi a oscuras. Mi  mano comenzó a dejarse llevar y mi cuerpo tembló de pasión, de deseo y lo notastes porque ni reaccionaste, sólo te dejabas hacer, te dejabas llevar dejándome llano el camino para que mi mano recorriera todo tu ser sin dejar hueco por acariciar, por esculpir. Y solo eso era el comienzo, lo vi al mirarte otra vez, al centrarme en lo que hacía, sentí en mi interior esa fuerza que nunca supe controlar y forzado a cumplir lo que me pedías te tome sin miramientos y sin control alguno…

                Al fin vi claramente que eso necesitaba y eso fue lo que me entregaste, te dejaste llenar de palabras mientras mi mano descontrolada llevaba el bolígrafo llenando tu cuerpo pulcro de palabras que nuca tuve que callar, el miedo fue quedándose atrás y diluyéndose en un mar de ideas que congestionaban mi cerebro, volví a encontrar mi ser atreves de una hoja de papel que siempre me pidió que la llenara con mis sentimientos, emociones, sueños, dudas o miedos.

                Anoche volvió a ocurrir… he podido escribir. He vuelto a ser.

2 comentarios:

Luna de Castor dijo...

Y yo me alegro de que hayas vuelto a ser.

Genial entrada.

Besos de luna

Luna de Castor dijo...

Y yo me alegro de que hayas vuelto a ser.

Genial entrada.

Besos de luna

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