Camino a...

Cuando el tiempo corre en contra de toda esperanza y la fría noche posa sus garras en el alma atemorizada por la oscuridad… ¿Cómo se puede seguir?
Tu amor duerme inalcanzable en el mundo de los sueños. Lejana y perdida en un océano de colores que separa vuestros corazones por el silencio obligado… con secretos que cierran la boca del que grita, pidiendo moribundo una palabra, un dulce sonido, tan melodiosa y sencilla que con su sola pronunciación es capaz de abrir la cerradura que encarcela el mas idílico sentimiento, puro en su estado pero imparable en su camino, abrasador por su calor y agónico por su fluidez.
En el camino del andante solo hay una dirección, su destino, pero la vía lo transporta por momentos insondables e ilusiones nuevas que definen un final no esperado o un retraso inexplicable pero el destino es el mismo… recorrer el camino que ha sus pies nace con cada paso.
Como decía tolkien por boca de su altivo personaje “cuida tus pasos… al poner pie en el camino porque, si así no lo haces, nunca sabrás donde te llevaran”

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